Por César Aldo Kdavid Ramírez Jasso
La prensa se ha convertido en un brazo más del poder político y económico de una ciudad que se debate entre la inseguridad y la negligencia de autoridades. ‘El cuarto poder’ si bien ha ganado espacios importantes de influencia, no deja de estar atada a un pacto con las autoridades y fuerzas vivas que le dan línea y agenda de los temas que se discuten simuladamente en la arena pública.
“Nada más gráficos, rápido”. Los camarógrafos y fotógrafos de medios locales se apresuran ante la orden. Después de entrar al recinto donde se encontraba sesionando la nueva nobleza burocrática y hacer las tomas necesarias (menos de 5 minutos), el mismo empleado de comunicación social del gobierno del estado de Nuevo León dice a los ‘gráficos’: “ya, órale, ya vámonos, ya con eso, ya se acabó”. La orden fue acatada a regañadientes por los miembros de los medios locales que salieron de nuevo a esperar afuera del recinto para ver si podían captar a su salida a alguno de los servidores públicos convertidos en príncipes, quizá se dignarían en concederles unas palabras para poder reproducirlas en el medio que laboran.
DEMOCRACIA Y MEDIOS
Así se repite a diario la jornada de los reporteros locales, que de ceremonias a inauguraciones, de festejos a sesiones y de accidentes a balaceras se desplazan de un punto a otro de la ciudad realizando una labor que va perdiendo su sentido cuando ésta no persigue el desarrollo democrático de su comunidad.
La labor democrática de los medios ha sido abordada por instituciones preocupadas por la incorporación de todos los sectores de la población. En el Informe preliminar del Proyecto de Monitoreo Global de Medios 2010, se informó que “las mujeres siguen seriamente sub-representadas en la cobertura de las noticias en contraste con los hombres. Muestra una escasez de perspectivas y opiniones de las mujeres en comparación con las perspectivas masculinas que aparecen en los noticieros, lo que resulta en una visión del mundo centrada en lo masculino donde las mujeres están, en gran medida, ausentes”.
PERRO NO COME PERRO
Otro de los grandes ausentes del periodismo local es la autocrítica. Lo que en otros países y estados de México ha originado la creación de colegios, asociaciones y gremios bien consolidados, en el estado apenas aparece en columnas que abordan los últimos chismes de los reporteros de las fuentes locales.
“No hay una cultura de la autocrítica y sobre todo que creo que Monterrey se no distingue mucho por la calidad del trabajo periodístico. Sí hay gente con buen nivel y no se le reconoce a veces. Pero en el promedio de gente que hace este trabajo se da por hecho que no hay errores en su trabajo. Pero hay muchos compañeros que no tienen el bagaje cultural para filtrar su propia información. En el caso del periodismo gráfico sí hay un poco más de filtros por que conforme van haciendo más trabajo se relacionan más con gente de fuera y hay más filtros que dan nivel. En cambio a la gente del gremio le falta documentarse más, culturizarse más”, explicó Kristian López, reportero gráfico que con seis años de experiencia ha colaborado en TV Nuevo León, El Regio, Cuartoscuro y el ABC de Nuevo León
Uno de los fenómenos que se da también entre los miembros del gremio periodístico es que la relación con sus fuentes, llega a veces, a ser tan estrecha que se pierde la objetividad y el reportero se autocensura con tal de no afectar la relación personal que ha logrado con la institución o servidor público, situación que llega a niveles perversos cuando hay intercambio de dinero por información, censura y hasta alabanzas, “fenómenos que cada vez se dan más en Monterrey, sin embargo he escuchado comentarios de gente de fuera que dice que en Reynosa, Victoria y Saltillo se acostumbra que el funcionario pague el sueldo de los reporteros. Esos ya son extremos y está mal. En Monterrey no se da tan extremo, pero sí hay medios que han creado un vicios y se crean compromisos y por eso no pueden ser objetivos”, dijo el entrevistado.
Contó el anécdota de un compañero corresponsal de la revista Proceso que un día llegó a pedir una entrevista a Margarita Martínez, alcaldesa en aquel entonces de Escobedo, pero el encargado de comunicación le dijo, “ahorita no está el encargado pero déjenme sus facturas y luego ya vemos cómo los atendemos, déjenos sus factura y luego vemos”.
“No queremos dinero”, explicó el corresponsal.
“Pero pues son periodistas ¿No?”, resolvió el encargado.
“Así está de viciado esto”, explicó Kristian López, “es parte de que no existe una cultura ética de la profesión del periodista porque hay hasta gente cínica. Pero vuelvo, sino hay cultura, va seguir pasando lo mismo. Y es que también, si ves que en los medios donde trabajas hacen sus negocios, desmotivan al reportero y lo orillan a hacer lo mismo”, concluyó López.
RETOS DE LA PROFESIÓN
Para el MC Jesús Oscar González Medina, presidente de la Asociación de Periodistas de Nuevo León ‘José Alvarado’, las cercanía con las fuentes de los reporteros pueden llegar a consolidarse en amistades que no llevan al periodista a ser objetivo, mas mencionó que no debe perderse el sentido de la objetividad y el reportero debe llevar a cabo el propósito de su vocación dentro de la empresa que está trabajando.
El periodista y catedrático de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL comentó que en razón de la formación de los nuevos periodistas se les debe de transmitir la experiencia que se adquiere en el campo de trabajo para que estén bien preparados al afrontar una realidad que es distinta a la que se vive en las aulas. “Lo mismo ocurre a nivel académico y de gremio, tenemos como fin la profesionalización, el periodista debe actualizarse, por eso estamos gestionando cursos ante instituciones académicas como la UANL, el ITESM, la Universidad de Guadalajara y la Universidad de Austin. Porque el medio es difícil, hay crisis económica, trabajamos mucho como freelands por que los salarios son bajos y por eso a veces no nos capacitamos mucho, por eso a través de la de asociación tratamos de que afiance su profesión”, explicó González Medina.
LA VIOLENCIA Y EL PODER
Fernando J. Ruiz informó desde el 2006 en un reporte titulado “Indicadores de periodismo y democracia a nivel local en América Latina”, sobre cómo México se estaba convirtiendo en un país peligroso para la labor del periodista, ante estos datos y otros que recientemente han indicado el peligro que viven los reporteros en México, el presidente de la asociación ‘José Alvarado’ dijo que los periodistas “estamos en una disyuntiva como comunicadores, hay cuestiones de autocensura por que también debemos tener las debidas para cuidar nuestra integridad. No se trata de exponerse por una nota. En Nuevo León recibimos amenazas, es cierto que tuvimos el caso de las desapariciones de los reporteros de TvAzteca Gamaliel López y Gerardo Paredes. Pero en los últimos años sólo ha habido amenazas”.
Sin embargo, explicó que se han registrado 400 agresiones a periodistas en el país, “funcionarios públicos son los principales agresores, en segundo lugar está el crimen organizado, y los partidos políticos están ubicados en el tercer lugar de agresores de periodistas. Aun con eso, debemos ser responsables y no caer en la autocensura”, mencionó González Medina.
En torno a la relación de los medios con el poder político o económico dijo que “como medios nos debemos a la sociedad, debemos de estar al servicio del pueblo porque ahí está el poder. El periodista debe de zafarse de esas relaciones malsanas con el poder y no hacer apología del poder”.
El periodista urgió a que los periodistas del estado estén unidos como gremio “para que cuando tengamos que enfrentar agresiones nos unifiquemos todos en favor del medio y en contra de los agresores, porque lo que ha prevalecido en nuestro país es la impunidad, ahí es cuando tenemos que estar todos unidos”, concluyó el MC Jesús Oscar González Medina.